۱۰ características comunes entre las ciudades antiguas y las redes sociales actuales 10 rasgos compartidos entre las ciudades antiguas y las redes sociales modernas

۱۰ características comunes entre las ciudades antiguas y las redes sociales actuales 10 rasgos compartidos entre las ciudades antiguas y las redes sociales modernas

Si podemos mirar una ciudad antigua desde arriba, veremos algo similar a una red: calles que se extienden como líneas de comunicación entre personas, plazas que son el lugar de intercambio de noticias y sentimientos, y edificios que forman la identidad de la ciudad como nodos principales. Ahora basta con mirar las redes sociales. Cada usuario es el mismo nodo que se conecta con los demás, cada publicación es la misma palabra que se grita en la plaza de la ciudad, y cada reacción es la misma sonrisa o mirada de satisfacción en el viejo mercado.

Podemos imaginar que no existe ninguna similitud entre las civilizaciones de hace miles de años y la estructura digital actual. Pero si miramos desde la perspectiva de la Antropología, veremos que los principios de formación de las sociedades humanas, desde las ciudades sumerias y egipcias hasta redes como Instagram y X (antes Twitter), no han cambiado mucho. El hombre es un ser social que crea formas de conectarse y reflejarse en la comunidad para sobrevivir, ser visto e influir.

En las ciudades antiguas, los muros eran los protectores de la comunicación; en las redes actuales, los servidores desempeñan este papel. En aquel entonces, los subtítulos eran el medio y hoy las publicaciones y las historias cumplen la misma función. En ambos mundos, el hombre busca significado, posición e identidad.

Este artículo es un intento de comprender el vínculo entre la arquitectura de las ciudades antiguas y la arquitectura digital de las redes actuales. Desde las estructuras de poder hasta la necesidad de fama, desde los espacios públicos hasta los algoritmos de participación, todos tienen sus raíces en el mismo viejo deseo humano de conectarse.

1. La plaza central de la ciudad y Cronología: el punto de encuentro y reflexión colectiva

En la mayoría de las ciudades antiguas como Atenas o Babilonia, la plaza central era el corazón palpitante de la vida social. La gente se reunía allí, escuchaba las noticias y reaccionaba. El timeline de las redes sociales también juega un papel similar. Así como la plaza de la ciudad era el centro de visibilidad, la línea de tiempo actual es también la plaza comunitaria moderna donde cada persona presenta su discurso ante los ojos de los demás.

En los ámbitos antiguos, los oradores y filósofos dirigían la opinión pública con su habilidad de expresión. En las redes actuales los usuarios influyentes o influencers tienen el mismo rol. La visibilidad es una medida de presencia e influencia continua. En ambos mundos, permanecer en silencio significa ser eliminado gradualmente de la memoria colectiva.

2. Murallas de la ciudad y entornos de privacidad: la frontera entre el interior y el exterior

Cada ciudad antigua tenía murallas que no sólo la defendían, sino que también marcaban la frontera entre el ciudadano y el extraño. El muro definía la frontera social. Las redes sociales también han recreado la misma frontera en formato digital con ajustes de privacidad.

El usuario actual, como el ciudadano antiguo, elige quién entra en su mundo interior. “perfil cerrado” equivale a “puerta de ciudad cerrada”. Así como las murallas de las ciudades se construyeron por motivos de seguridad, la privacidad también es un intento de mantener la seguridad psicológica y la identidad personal en un mundo conectado. Estos límites crean un sentido de pertenencia y confianza, al igual que las sociedades cerradas que protegían su cultura y sus rituales dentro de sus vallas.

3. Templos y centros de oración versus páginas de perfil: mostrando identidad individual y santidad

En las ciudades antiguas, los templos no eran sólo lugares de culto sino símbolos de identidad colectiva. Cada ciudad tenía un dios que se identificaba con ella y cada templo era una muestra del poder, la fe y el gusto artístico de la gente. En el mundo digital, la página de perfil ha encontrado un papel similar. Este espacio es un lugar para mostrar creencias, estéticas e incluso ideologías individuales.

Los usuarios crean una imagen de su yo ideal en sus perfiles, al igual que los arquitectos y artistas que buscan una imagen de perfección humana en los edificios religiosos. Los me gusta y los comentarios son una especie de oración moderna, una afirmación social de los valores individuales. Lo que en el pasado era sagrado se ha recreado hoy en forma de “imagen” y “crédito digital”.

4. Mercados antiguos y algoritmos de intercambio de contenidos: la lógica de la oferta y la demanda

Los mercados en las ciudades antiguas no eran sólo lugares de comercio sino también una red de intercambio de información y relaciones. Cada vendedor utilizó el arte del sonido, el color y el diseño para llamar la atención. Incluso hoy en día, los algoritmos de las redes sociales desempeñan el mismo papel. Ellos deciden qué contenido obtiene más exposición y qué mensajes quedan al margen.

En el antiguo bazar, la posición de las tiendas en la calle principal de la ciudad determinaba quién sería más visto. En el espacio digital, la posición del contenido en el feed o en la línea de tiempo determina la cantidad de atención. Los algoritmos son las concurridas calles de la ciudad que determinan quién estará en el centro de la plaza y quién permanecerá en los callejones poco iluminados.

5. Torres y pirámides monumentales frente a usuarios de alto rango: jerarquía de visibilidad

En las ciudades antiguas se construyeron grandes torres, columnas y pirámides para mostrar el poder y la inmortalidad. Eran un signo de dominio y autoridad. En el mundo digital, el mismo patrón se puede observar en la forma de usuarios con muchos seguidores. Los influencers son las pirámides modernas que se destacan entre la multitud de usuarios y definen la medida del poder.

Así como en el antiguo Egipto la construcción de pirámides requería la cooperación de miles de personas, en las redes actuales la fama digital es resultado de la acción colectiva. Cada me gusta y seguimiento es la piedra que se coloca en la grandeza virtual de una persona. Esta jerarquía es inevitable, tanto en las ciudades antiguas como en el espacio online, porque el hombre siempre quiere reproducir la estructura del poder de forma visible.

6. Rumores y rumores en contra de republicar (Compartir) y viralizar (Viral): Boca a boca

En las plazas antiguas, el mercado de los rumores estaba de moda. La gente solía comunicar nuevas noticias hablando y cantando. Estos rumores podrían amenazar el poder de los gobernantes o aumentar la popularidad de alguien. Hoy en día, el mismo ciclo continúa en forma de republicaciones y contenido viral.

Cuando un usuario vuelve a publicar un artículo, está haciendo lo mismo que hacían los encargados de la mudanza en los campos anteriores. En ambos casos, la principal motivación es la visibilidad y la influencia. La diferencia está en la velocidad y la escala, pero el mecanismo mental humano es el mismo: confianza en la fuente, disfrute de las nuevas noticias y un sentido de participación en la narrativa colectiva.

7. Arquitectos y urbanistas versus ingenieros de algoritmos: los arquitectos invisibles del espacio

En las civilizaciones antiguas, los arquitectos determinaban la dirección del movimiento y el comportamiento de los ciudadanos con mapas precisos. Las calles, plazas y lugares públicos fueron diseñados para que la gente se moviera en determinadas direcciones. Hoy en día, en las redes sociales, los Ingenieros de Algoritmos tienen el mismo rol. Guían el comportamiento de los usuarios diseñando rutas de interacción.

De hecho, el usuario de hoy parece libre, pero el mapa digital lo lleva en una dirección determinada. Así como en la ciudad de Roma las calles terminaban en la plaza central, en las redes sociales el camino de las interacciones se orienta hacia objetivos económicos y publicitarios. En ambos mundos, la arquitectura no es sólo creadora de espacio, sino también moldeadora de comportamiento.

8. Celebraciones y rituales colectivos contra los desafíos y tendencias online: un sentido de pertenencia a través de la participación.

En las ciudades antiguas, las celebraciones y los rituales públicos eran herramientas importantes para fortalecer la unidad y la identidad colectiva. Al participar en estos eventos, las personas se sintieron parte de una comunidad más grande. En las redes sociales las tendencias y los desafíos tienen el mismo papel.

Cuando millones de personas participan en un hashtag o desafío, en realidad están participando en un ritual digital. Expresan su sentido de solidaridad imitando un comportamiento o volviendo a publicar un símbolo. Así como los festivales griegos o los rituales egipcios revivieron el espíritu colectivo, los desafíos actuales reflejan el mismo deseo humano de pertenencia, presencia y experiencia compartida.

9. Mitos y narrativas épicas versus narrativas personales en línea: reconstruyendo la historia del yo

En las sociedades antiguas, los mitos eran un medio para dar sentido a la vida. La gente hacía comprensible el mundo mediante la narración de héroes. Hoy en día, los usuarios desempeñan el mismo papel en las redes sociales con su narrativa personal. Las historias y publicaciones son una especie de “pequeña narrativa épica” en la que una persona se convierte en el héroe de su vida.

En ambos mundos, la narrativa es un medio para mantener vivos los nombres y las identidades. Así como la Epopeya de Gilgamesh fue escrita para la inmortalidad, los usuarios de hoy se esfuerzan por preservar su huella digital. Si en el pasado los poetas inmortalizaban los nombres de los héroes, hoy la persona misma es responsable de este papel, en forma de publicaciones, imágenes y notas.

10. Legisladores municipales y administradores de plataformas: controlar el comportamiento colectivo

En las ciudades antiguas, las leyes determinaban la estructura del orden público. Cada error tenía un castigo y cada conducta era aceptada en un marco. En las redes sociales, los moderadores de la plataforma y los algoritmos de seguimiento desempeñan el papel de legisladores. Ellos deciden qué es “aceptable” y qué se excluye.

En la ciudad antigua, los porteros controlaban la entrada y la salida. En el mundo digital, esto es responsabilidad de los algoritmos y filtros de filtrado de contenidos. El hombre todavía vive bajo la mirada de un poder superior, sólo que su forma ha cambiado. Desde el gobernante de Sumer hasta los directores ejecutivos de Silicon Valley, el deseo de control y orden social es el mismo.

Resumen final

A primera vista, las ciudades antiguas y las redes sociales de los dos mundos son completamente diferentes, pero con una mirada más profunda, encontramos que ambas surgen de una raíz común: el deseo humano de conectarse, ser visto y crear significado en la comunidad. Las plazas públicas, los mercados, los templos y las torres cumplían la misma función en el pasado que las líneas de tiempo, los feeds y las páginas de perfil lo hacen hoy. En ambos mundos, el hombre quiere dejar una huella, crear una imagen de sí mismo y ser parte de un flujo mayor.

Las murallas de la ciudad equivalen a entornos de privacidad, los arquitectos equivalen a diseñadores de algoritmos y los reguladores equivalen a administradores de plataformas. Incluso los rituales y los mitos han revivido en forma de tendencias y narrativas personales. Esta analogía muestra que la tecnología es sólo una nueva herramienta para los mismos viejos comportamientos humanos, no su transformación completa.

El hombre contemporáneo, al igual que el ciudadano antiguo, busca seguridad, sentido y visibilidad. Las redes sociales son sólo un mapa digital de las mismas ciudades de siempre, sólo que con luz y materiales de datos. La civilización aún continúa, pero en una nueva forma, en una ciudad sin fronteras llamada “The Grid”.

❓ Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Por qué dicen que las redes sociales son como ciudades antiguas?
Porque ambos se basan en el patrón de reunión, intercambio y exhibición de identidad. Las ciudades antiguas tenían la estructura física de este patrón y las redes sociales son su versión digital.

2. ¿A qué parte de las redes sociales es comparable la plaza central de la ciudad?
La plaza del pueblo tiene el mismo papel que la línea del tiempo, donde las personas o usuarios se reúnen para hablar, reaccionar y ser vistos.

3. ¿Los algoritmos realmente actúan como murallas de una ciudad?
Sí, porque determinan los caminos de interacción y definen el rango de visibilidad, al igual que las puertas de la ciudad que controlan la entrada y la salida.

4. ¿Por qué el usuario actual está interesado en crear un “perfil”?
Porque, como los antiguos que construían templos y edificios simbólicos, el hombre moderno también quiere crear una imagen de sí mismo y exponerla a la admiración de los demás.

5. ¿Cuál es el papel de las fiestas y rituales en las redes sociales?
Los desafíos y las tendencias desempeñan el papel de rituales colectivos, crean un sentido de pertenencia y participación y crean una unidad simbólica entre los usuarios.

6. ¿El deseo de poder en las redes sociales es el mismo anhelo ancestral?
Sí, el mismo deseo de escalar la pirámide del poder y ser visto en el centro de atención se ha replicado en forma de grandes seguidores e influencia digital.

Para lectores internacionales:

estas leyendo 1pezeshk.comfundado y escrito por el Dr. Alireza Majidi, el blog persa más antiguo aún activo, escrito principalmente en persa pero a veces visible en los resultados de búsqueda en inglés por coincidencia.

El título de esta publicación es Diez rasgos compartidos entre las ciudades antiguas y las redes sociales modernas. Este ensayo compara cómo las estructuras urbanas antiguas, como mercados, templos y plazas públicas, reflejan la lógica de las plataformas sociales digitales actuales, mostrando que los patrones humanos de conexión, identidad y poder se han mantenido notablemente constantes.

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