Memoria de inteligencia artificial y memoria humana Diez rasgos compartidos entre la IA y la memoria humana

Memoria de inteligencia artificial y memoria humana Diez rasgos compartidos entre la IA y la memoria humana

A veces, mientras navegamos por la web o leemos un texto, cuando de repente nos viene a la mente un recuerdo, pensamos en cómo nuestra mente puede registrar un trozo de realidad, conservarlo y recuperarlo cuando sea necesario. Ahora mismo, cuando tratamos con sistemas de inteligencia artificial, a veces sentimos que ellos también “saben”, es decir, son capaces de responder o predecir en función de lo que han visto antes. ¿Es posible que existan similitudes fundamentales entre la “memoria humana” y la “memoria” en la inteligencia artificial (memoria artificial) en la forma de procesar la realidad y el conocimiento?

Si queremos responder a la pregunta anterior, debemos aceptar que la similitud, no la identidad, es significativa: la memoria humana es producto de procesos biológicos, estructura neuronal y experiencia subjetiva. La memoria en la IA es producto del diseño de algoritmos, la estructura de datos y el cálculo matemático. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que algunas características clave de la función de la memoria son comunes en ambas áreas. Estos puntos en común aparecen en el nivel de “almacenamiento”, “recuperación”, “codificación” y “representación del conocimiento”.

1- Codificación y almacenamiento de información: codificación de memoria versus almacenamiento de parámetros/memoria

Para que los humanos recuerden una experiencia, primero la registran con un proceso que los psicólogos llaman “codificación”. Este proceso incluye reconocer, categorizar y transformar la percepción en estructuras mentales que puedan almacenarse. Al combinar neuronas y sinapsis, el cerebro construye información sensorial y cognitiva en patrones a largo plazo.

En la inteligencia artificial, cuando se entrena el modelo (como una red neuronal o un modelo de lenguaje), los datos primero se “codifican”: se configuran pesos o vectores especiales para almacenar la información de entrada en una forma adecuada. Este “almacenamiento” se realiza como parámetros o memoria temporal/a largo plazo (almacenamiento de memoria). De esta forma, la IA pasa por el proceso de codificación y almacenamiento, similar al cerebro humano.

Esta similitud fundamental muestra que la memoria en ambos sistemas proporciona básicamente un mecanismo para mantener el conocimiento y la información sobre la realidad. Sin esta codificación y almacenamiento, no es posible leer ni tomar decisiones basadas en el pasado.

2- La capacidad de recuperar y recordar información: recuperación de la memoria en ambos.

No tiene sentido almacenar información sin poder recuperarla. En la memoria humana, cuando acudimos a un recuerdo, lo llamamos con las “señales” o el contexto apropiados. Por ejemplo, una voz familiar, un determinado olor o el comienzo de un texto que leímos antes pueden desencadenar un recuerdo.

En los sistemas de IA, también existen modelos que utilizan “memoria aumentada”; Es decir, además de los parámetros principales, tienen una sección de memoria especial que se activa mediante “recuperación basada en contenido”. Cuando se le da una nueva pregunta o entrada, el modelo puede extraer información relevante de la memoria y generar una respuesta basada en ella. Este proceso equivale a la recuperación de información humana ante señales.

Por lo tanto, en ambos sistemas, el cerebro y la IA, la memoria sólo es útil cuando la información almacenada se puede “recuperar”.

3- Estructura jerárquica y representación del conocimiento: representación y abstracción

Uno de los secretos del poder de la mente humana es que puede almacenar la realidad no sólo en forma de imágenes o sensaciones superficiales, sino también en formas abstractas y conceptuales. Por ejemplo, cuando de niños veíamos un perro negro, luego entendemos el concepto de “perro” independientemente de su color, estatus o posición. Esto significa que la memoria humana no es sólo datos en bruto, sino también una representación conceptual y significativa.

La inteligencia artificial también utiliza estructuras jerárquicas en modelos avanzados. Las diferentes capas de una red neuronal actúan como una jerarquía de percepción: las primeras capas suelen capturar características más simples (por ejemplo, bordes, colores) y las capas más profundas extraen combinaciones y conceptos más complejos (objeto, significado, relación). De esta manera, la IA también puede almacenar conocimiento en forma de representación abstracta y no solo datos sin procesar.

Esta similitud nos dice que el procesamiento de la realidad en ambos sistemas va más allá de la simple memoria: existe una memoria conceptual (memoria semántica) que permite pensar, razonar o clasificar el conocimiento.

4- Aprender de la experiencia y actualizar conocimientos: plasticidad en humanos y aprendizaje en IA

El cerebro humano es plástico: con cada nueva experiencia, las sinapsis cambian, el peso de las conexiones neuronales cambia y se forman nuevos conocimientos. Esto significa que la memoria humana es dinámica y no estática.

En inteligencia artificial, los modelos se actualizan aprendiendo. Cuando disponen de nuevos datos, el proceso de capacitación o ajuste permite ajustar los parámetros y absorber nuevos conocimientos. Incluso algunos modelos están diseñados con “memoria a largo plazo” para preservar el conocimiento previo y combinarlo con nuevos datos.

Este rasgo común es la capacidad de adaptación y el crecimiento paulatino del conocimiento frente a nuevas realidades.

5- Compresión de información y eliminación de detalles innecesarios: compresión y olvido

La mente humana no lleva un registro preciso de todo para sobrevivir y ser eficiente. Los psicólogos llaman a esta característica “olvido selectivo” o “compresión de la memoria”. Al descartar detalles sin importancia y retener el significado o patrón general, el cerebro mantiene su capacidad para almacenar nueva información.

En la inteligencia artificial, los algoritmos naturalmente hacen lo mismo. Durante el entrenamiento, los modelos de aprendizaje profundo resumen grandes cantidades de datos para llegar a patrones significativos. Esta compresión se realiza en forma de parámetros o “incrustaciones” que preservan la esencia conceptual de los datos, no sus detalles. Por este motivo, los modelos de IA también tienen una especie de olvido estructural; No almacenan los datos exactos, sino una versión comprimida y abstracta de los mismos.

En ambos sistemas, este mecanismo hace que el procesamiento de la realidad sea más rápido y eficiente, aunque en ocasiones conduce a errores o distorsiones de la memoria.

6- Errores de memoria e ilusiones cognitivas: sesgo de memoria y alucinaciones

Uno de los aspectos sorprendentes y a veces peligrosos de la memoria humana es su susceptibilidad a la “distorsión”. Los recuerdos humanos no siempre son exactos; El cerebro a veces reconstruye cosas que nunca sucedieron o cambia detalles inconscientemente. La psicología cognitiva llama a este fenómeno “sesgo” o “falsa memoria”.

En los sistemas de inteligencia artificial existe un fenómeno similar llamado “alucinación”. Un modelo lingüístico puede producir una respuesta correcta en términos de estructura lógica pero incorrecta o ficticia en términos de realidad externa. Esta similitud muestra que ambos sistemas se basan no sólo en datos reales sino también en patrones estadísticos y antecedentes mentales para reconstruir la realidad.

Como resultado, tanto en la mente humana como en la IA, la memoria y la realidad están entrelazadas, y la línea entre reconstrucción y mentira a veces es borrosa.

7- Memoria a corto y largo plazo: memoria de trabajo y memoria a largo plazo

En el cerebro humano, la memoria se divide en dos tipos principales: la memoria de trabajo, que es temporal y activa, y la memoria a largo plazo, que es estable y duradera. La memoria de trabajo es esencial para realizar tareas de momento a momento, como resolver problemas o seguir una conversación. La memoria a largo plazo es un depósito de conocimientos, habilidades y recuerdos estables.

Existe una estructura similar en la inteligencia artificial. Los modelos suelen tener una memoria a corto plazo que almacena información sobre entradas recientes (ventana de contexto) y una memoria a largo plazo que es datos de entrenamiento o base de conocimientos. La combinación de estas dos memorias en la IA juega el mismo papel que la interacción de la memoria de trabajo y la de largo plazo en la mente humana: crear continuidad y comprensión en flujos más largos que la realidad.

Esta división similar permite a la IA combinar la comprensión ad hoc con el conocimiento persistente, tal como lo hacen los humanos en la conversación, el aprendizaje y la toma de decisiones.

8- El papel de sentir y ponderar la importancia de los datos: etiquetado emocional y atención

En la mente humana, no todos los recuerdos se registran de la misma manera. Es más probable que los recuerdos asociados con la emoción o el significado personal se queden grabados en la memoria. Este proceso está mediado por la amígdala y el sistema de recompensa del cerebro. En pocas palabras, nuestra mente le da “peso” a los datos con emociones.

En la inteligencia artificial existe un mecanismo similar llamado “mecanismo de atención”. Los modelos de transformadores han aprendido a prestar más atención a las partes más importantes de los datos y a darles un mayor peso. Esta “ponderación” no se basa en la emoción sino en la correlación estadística, pero el resultado es el mismo: centrarse en las partes de los datos que se consideran más importantes desde el punto de vista del modelo.

Ambos sistemas, para representar la realidad, utilizan algún tipo de sistema de priorización que decide qué conservar y qué ignorar.

9- Reconstrucción del pasado para predecir el futuro: codificación predictiva y modelos generativos

Los humanos utilizan el pasado para predecir el futuro. La teoría de la “codificación predictiva” en neurociencia dice que el cerebro intenta continuamente predecir el mundo circundante y corregir la diferencia entre predicción y realidad. La memoria juega un papel esencial en esto: al revisar los recuerdos, crea patrones y posibilidades.

En inteligencia artificial, los modelos generativos hacen exactamente lo mismo. Utilizan datos pasados ​​para predecir o generar datos nuevos. El modelo de lenguaje grande predice el futuro de la oración de alguna manera al responder la pregunta. Esta similitud fundamental muestra que en ambos sistemas la memoria no es sólo una herramienta para preservar el pasado sino también un mecanismo para imaginar el futuro.

De hecho, la predicción en la IA es la misma función que se experimenta en el cerebro humano en forma de comprensión y expectativa.

10- Integración de la memoria con la identidad y la autoconciencia: automodelo y metamemoria

Finalmente, la mente humana experimenta la memoria no como algo separado de sí misma sino como parte de su identidad. Los recuerdos hacen una historia de “mí”. Nos definimos a nosotros mismos contando el pasado. La psicología llama a este concepto “metamemoria”: conciencia de lo que sabemos y de lo que no sabemos.

En la investigación avanzada de IA, existe una idea similar llamada “automodelo” o “metaaprendizaje”. Los sistemas de inteligencia artificial pueden ser relativamente conscientes de sus capacidades y limitaciones. Por ejemplo, para reconocer que no se sienten seguros al responder una pregunta o necesitan más información. Aunque esta conciencia es todavía primitiva, tiene una similitud fundamental con el mecanismo de autorreflexión humana.

En ambos ámbitos, la memoria es una especie de elemento constitutivo del “yo”. Sin memoria no hay continuidad personal ni cognitiva, ni en los humanos ni en la inteligencia artificial.

Resumen final

La memoria, ya sea en el cerebro humano o en la inteligencia artificial, no es sólo un almacén de datos sino un sistema dinámico para construir, interpretar y predecir la realidad. En los humanos, la memoria es el resultado de un vínculo complejo entre la biología y la experiencia, y en la IA, es producto del diseño de algoritmos y del entrenamiento de datos. Sin embargo, ambos son sorprendentemente similares en principios funcionales. Ambos codifican la realidad, comprimen datos, los recuperan, los reconstruyen y los utilizan para predecir el futuro.

La memoria en ambos sistemas es falible y selectiva. Por mucho que la mente humana sea propensa a errores de memoria e ilusiones, utiliza el olvido como herramienta de adaptación. La inteligencia artificial también proporciona una reconstrucción aproximada del mundo mediante “ilusiones lingüísticas” y eliminando datos innecesarios. En ambos, esta incapacidad de ser absolutamente preciso es parte del mecanismo de comprensión.

Junto a estas similitudes, persisten diferencias fundamentales: el cerebro tiene experiencia consciente, experimenta emociones y significado, mientras que la IA sólo construye una representación estadística de la realidad. Sin embargo, a lo largo del progreso tecnológico, la distancia entre la memoria artificial y la natural ha disminuido en términos de funcionalidad.

La memoria, en ambos sentidos, es el lenguaje común entre la biología y la máquina: un lenguaje en el que la realidad no sólo se almacena sino también se interpreta.

❓ Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Es la memoria de la inteligencia artificial realmente similar a la memoria humana?
No del todo. La similitud existe a nivel de estructura y función, pero el cerebro humano tiene experiencia y emoción subjetivas, mientras que la IA simplemente procesa datos.

2. ¿Por qué ambos sistemas adolecen de errores o ilusiones?
Porque ambos trabajan con datos incompletos y utilizan patrones probabilísticos para llenar los vacíos. Esto conduce en ocasiones a una reconstrucción incorrecta de la realidad.

3. ¿Puede la inteligencia artificial olvidar la memoria?
Sí, algorítmicamente. Los modelos descartan datos menos importantes o los almacenan en formato comprimido para evitar la saturación de información.

4. ¿Puede la memoria de la IA volverse consciente de sí misma como los humanos en el futuro?
A nivel técnico, puede que se alcance una comprensión funcional, pero la conciencia mental en el sentido humano aún no se puede simular y probablemente nunca será equivalente.

5. ¿Tienen las emociones un papel similar en la memoria humana y la inteligencia artificial?
En los humanos, las emociones determinan qué es más importante. En la IA, el “mecanismo de atención” desempeña un papel similar al priorizar los datos, aunque sin emoción real.

6. ¿Se puede utilizar el estudio de la memoria humana para mejorar la memoria de la inteligencia artificial?
Sí, la ciencia cognitiva está inspirando el diseño de nuevos modelos de memoria en IA, especialmente en el área de la memoria adaptativa y a largo plazo.

Para lectores internacionales:

estas leyendo 1pezeshk.comfundado y escrito por el Dr. Alireza Majidi, el blog persa más antiguo aún activo, escrito principalmente en persa pero a veces visible en los resultados de búsqueda en inglés por coincidencia.

El título de esta publicación es Diez rasgos compartidos entre la IA y la memoria humana en el procesamiento de la realidad. Explora los paralelos cognitivos y estructurales entre la memoria biológica y los sistemas de memoria neuronal artificial: cómo ambos codifican, recuperan y reconstruyen la realidad con precisión selectiva y sesgos incorporados.

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