ellos maratonian Puede parecer una simple competición, pero en realidad es una prueba compleja para todos los sistemas del cuerpo. En este recorrido de 42 kilómetros, el cuerpo se ve obligado a trabajar a su máxima capacidad durante varias horas y al mismo tiempo mantener su temperatura, generar energía, compensar el líquido perdido y soportar la presión sobre las articulaciones y los músculos. Mientras tanto, incluso el más mínimo error en una de estas partes puede provocar grandes cambios.
Cuando un corredor comienza en un clima caluroso o con deshidratación, el cuerpo no puede disipar el calor tan bien. La temperatura central aumenta y el cerebro tiene dificultad para controlar la condición térmica. En este caso, incluso los mecanismos de enfriamiento naturales se vuelven ineficaces. Si la intensidad del estrés es alta, los músculos se destruyen y las proteínas intracelulares pueden filtrarse al torrente sanguíneo, una condición conocida como rabdomiólisis (rabdomiolisis) se llama.
A un nivel leve, el cuerpo tolera este estrés y se recupera después de la carrera. Pero en un nivel extremo, el equilibrio químico, la función renal, la presión arterial e incluso el estado mental del corredor pueden verse alterados. La mayoría de los finalistas de maratones evitan estos riesgos gracias a una planificación y preparación física adecuadas. Sin embargo, es importante saber qué sucede dentro del cuerpo, porque el maratón es el límite entre la resistencia y el colapso.
1- Metabolismo energético y momento de caída
Al inicio de la maratón, el cuerpo produce energía utilizando el glucógeno almacenado en el hígado y los músculos. Esta es una fuente de combustible rápida pero limitada. Después de unas tres horas de carrera, las reservas de glucógeno se agotan y el cuerpo se convierte en grasa, una fuente de energía más lenta. Durante este tiempo, la frecuencia cardíaca permanece alta, pero la eficiencia disminuye. Esta etapa es lo que los corredores llaman “chocar contra la pared”.
El cerebro también depende del azúcar. Cuando la glucosa en sangre baja aparecen sentimientos de confusión, enfado, cansancio mental e incluso pérdida de concentración. En este punto, la voluntad y la fisiología chocan: el cerebro ordena continuar, pero el cuerpo ordena detenerse.
Si el corredor no ingiere suficientes carbohidratos en esta etapa, existe el riesgo de sufrir una caída grave del azúcar en sangre y desmayos. Por ello, la alimentación durante la carrera, con geles o bebidas que contengan azúcar y electrolitos, es una de las claves para transitar con seguridad esta ruta.
2- Rabdomiólisis; Cuando los músculos arden desde el interior.
En maratones duros o en climas cálidos, la presión mecánica continua y la falta de oxígeno en las fibras musculares provocan la rotura de las células musculares. Este proceso conduce a la liberación de mioglobina en la sangre, que en grandes cantidades es tóxica para los riñones.
La rabdomiólisis suele ir acompañada de dolor muscular inusual, hinchazón de las piernas u orina oscura. En casos graves, los riñones no pueden excretar estas sustancias y se produce una disfunción.
Pero esta lesión tiene un espectro: desde formas leves que mejoran sólo con reposo y ingesta de líquidos, hasta casos raros pero peligrosos que requieren hospitalización. En muchos corredores, un ligero aumento de las enzimas musculares es normal y no significa enfermedad. La diferencia está en cuánto puede regenerarse el cuerpo.
3- El trabajo incesante del corazón
Durante una maratón, el corazón debe bombear sangre hasta tres veces su ritmo normal. Esta condición aumenta el gasto cardíaco y ejerce mucha presión sobre las paredes del corazón. En los corredores profesionales, esta presión provoca progresivamente la adaptación del músculo cardíaco y aumenta el grosor del ventrículo izquierdo. Pero en corredores aficionados o personas con antecedentes cardíacos, esta carga extra puede provocar arritmia o inflamación del músculo cardíaco (miocarditis).
Las elevaciones temporales de enzimas cardíacas como la troponina son comunes después de un maratón y se resuelven en la mayoría de los casos sin riesgo a largo plazo. Pero si el ritmo cardíaco baja demasiado después de terminar la carrera o la sensación de mareo y dificultad para respirar continúa, conviene controlarlo.
4- Equilibrio electrolítico y riesgo de hiponatremia
Sudar mucho en una maratón provoca la pérdida de sodio y otros electrolitos. Si el corredor bebe demasiada agua pero no repone la sal, la concentración de sodio en la sangre disminuirá y el cuerpo experimentará “hiponatremia”.
Sus síntomas incluyen náuseas, confusión, calambres musculares y, en casos graves, convulsiones o desmayos. Esta condición suele verse en carreras con temperatura alta o tiempo más largo. Se puede prevenir bebiendo líquidos que contengan sodio y consumiendo regularmente bebidas deportivas.
5- Temperatura corporal y riesgo de fiebre provocada por el ejercicio
El cuerpo humano produce mucho calor mientras corre. Mientras el flujo sanguíneo a la piel y la sudoración estén activos, se disipa el calor. Pero en condiciones de alta humedad o falta de agua, este mecanismo se altera.
Cuando la temperatura central del cuerpo supera los 40 grados centígrados, el riesgo de sufrir un “golpe de calor por esfuerzo” es grave. En este caso, el cerebro y el sistema nervioso central dejan de regular la temperatura. Puede causar confusión, disminución de la sudoración o pérdida del conocimiento.
En tal situación, es fundamental detenerse inmediatamente, refrescarse y trasladarse rápidamente a la sombra o a un ambiente fresco. Incluso un retraso de unos minutos puede tener consecuencias irreversibles.
6- Pulmones y suministro de oxígeno
Durante el maratón, el volumen respiratorio y el número de respiraciones aumentan hasta cuatro veces el estado normal. Como resultado, los músculos respiratorios, incluido el diafragma, se cansan. En caso de aire contaminado o seco, puede producirse una inflamación temporal de las vías respiratorias (broncoconstricción inducida por el ejercicio), lo que dificulta la respiración.
El cuerpo se adapta a esta presión aumentando el número de glóbulos rojos durante el entrenamiento, pero en carreras de gran altitud o con mucha humedad, la oxigenación incompleta puede ser un factor limitante del rendimiento.
7- Fatiga cerebral y cognitiva
Un maratón no es sólo una batalla física; El cerebro también está involucrado. Cuando la energía cerebral disminuye, la función cognitiva disminuye. La concentración se vuelve difícil, el tiempo de reacción se prolonga y la toma de decisiones se vuelve más lenta. En este punto, muchos corredores experimentan alucinaciones transitorias o una sensación de disociación.
El aumento de los niveles de dopamina y endorfinas tras la meta crea la conocida euforia. Pero antes de eso, el cerebro está involucrado en un complejo proceso de supervivencia y dolor. En algunas situaciones, el aumento de la temperatura corporal provoca una alteración temporal de la actividad nerviosa y se producen reacciones lentas o descoordinadas.
8- Sistema digestivo y riego sanguíneo
Al correr, la mayor parte de la sangre se dirige a los músculos y la piel. Como resultado, se reduce el flujo sanguíneo al tracto digestivo, lo que puede provocar náuseas, dolor abdominal o incluso diarrea. Algunos corredores sufren hemorragias gastrointestinales leves debido a los constantes temblores y presión sobre la pared del estómago.
Comer mucho antes de una carrera o consumir bebidas con cafeína agrava este problema. Por este motivo, el programa de nutrición pre-maratón debe fijarse de forma precisa y en base a la prueba de entrenamiento.
9- Sistema inmunológico e inflamación
Después del maratón, el cuerpo entra en un período de inflamación sistémica. Las células inmunes se activan para reparar los tejidos dañados, pero al mismo tiempo se reduce la respuesta inmune general.
Debido a esto, muchos corredores son susceptibles a infecciones respiratorias leves o heridas de curación lenta en los días posteriores a la carrera. Dormir lo suficiente y consumir proteínas y antioxidantes como la vitamina C y E pueden reducir este efecto.
10- Reconstrucción corporal y vuelta al equilibrio
Cuando termina el maratón, el cuerpo todavía está en modo de emergencia. El nivel de hormonas del estrés es alto, el glucógeno se agota y los músculos sufren microdaños. En esta etapa comienza el proceso de recuperación.
Proporcionar carbohidratos en las primeras seis horas después de una carrera es fundamental para reponer las reservas de energía. La ingesta de proteínas, el sueño y los estiramientos ligeros ayudan con la recuperación.
Los corredores profesionales suelen tomarse unos meses de descanso entre carreras importantes para permitir que el cuerpo se reequilibre por completo. Ignorar esta restauración puede provocar el síndrome de sobreentrenamiento, que se asocia con fatiga crónica y rendimiento reducido.
11- Quién no debe participar en el maratón
Correr un maratón no es para todos. Cualquiera que planee participar debe ser evaluado para determinar su aptitud cardíaca, pulmonar y muscular. Las personas con antecedentes de enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, diabetes no controlada, asma grave o problemas renales no deberían participar en una competición de este tipo sin un examen especializado.
Además, quienes toman diuréticos o antiinflamatorios son propensos a sufrir deshidratación y rabdomiolisis. El sobrepeso, los antecedentes de daño articular o anemia también pueden aumentar el riesgo. En algunos casos, incluso jóvenes sin suficiente entrenamiento han sufrido síncopes o daños musculares severos en pleno viaje por falta de adaptación fisiológica.
En general, prepararse para un maratón requiere meses de entrenamiento gradual, ajuste de la dieta, sueño regular y pruebas fisiológicas. Una persona que se basa únicamente en la motivación pero no prepara su cuerpo, en realidad está poniendo en riesgo su salud.
12- Si no tienes resistencia para un maratón, ¿qué deportes alternativos existen?
Para aquellos que aman correr pero no quieren someter sus cuerpos a los rigores de una maratón, existen muchas rutas alternativas. Participar en “dos medias maratones” con una distancia de 21 kilómetros o en “diez kilómetros urbanos” puede proporcionar la misma sensación de comunidad y emoción con menos riesgo.
Incluso las carreras cortas de tres a cinco kilómetros en eventos locales o benéficos son opciones saludables y sostenibles. En este tipo de ejercicio, el cuerpo tiene más tiempo para repararse y el sistema inmunológico está menos estresado.
Las personas que tienen antecedentes de enfermedades o que acaban de empezar a hacer ejercicio pueden empezar con “programas de carrera progresiva”. En este método, el tiempo y la distancia se aumentan gradualmente cada semana para permitir que el cuerpo se adapte de forma segura. Como resultado, se experimenta el placer de correr sin el riesgo de sufrir lesiones durante el maratón.
Resumen final
Correr un maratón es una de las experiencias fisiológicas más complejas para el ser humano. Durante esta ruta, el corazón trabaja tres veces más de lo habitual, los músculos arden, los riñones se ocupan de los productos de desecho y el cerebro lucha por mantener el equilibrio de temperatura y la concentración. Aunque la mayoría de los corredores cruzan la meta en perfecto estado de salud, el cuerpo cruza el límite de su fuerza natural en estas pocas horas.
En condiciones inadecuadas, pueden ocurrir riesgos como rabdomiólisis, fiebre de ejercicio e hiponatremia. Pero se pueden prevenir con ejercicio gradual, una nutrición adecuada, bebiendo suficientes líquidos y conociendo las señales de advertencia.
Un maratón no se trata sólo de velocidad o fuerza de voluntad, sino también de comprender los límites de tu cuerpo. Aquellos que no tengan la preparación necesaria pueden participar en carreras más cortas y aún así disfrutar de la sensación de victoria colectiva. No se trata de cuántos kilómetros corriste, se trata de desafiar a tu cuerpo de manera consciente y segura.
❓ Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Cualquiera puede correr un maratón?
no Solo deben participar personas que hayan sido evaluadas de su corazón, pulmones y músculos y que hagan suficiente ejercicio.
2. ¿Cuál es la complicación más peligrosa del maratón?
En condiciones de calor y deshidratación, la rabdomiólisis y la fiebre provocada por el ejercicio son los riesgos más importantes.
3. ¿Cuándo vuelve el cuerpo a la normalidad después de una maratón?
Por lo general, la restauración inicial tarda de 2 a 3 días y la restauración completa hasta dos semanas.
4. ¿Correr demasiado causa daño cardíaco permanente?
En personas sanas, normalmente no. El aumento de las enzimas cardíacas es temporal y no tiene ningún efecto a largo plazo.
5. Si no tengo suficiente resistencia, ¿qué carreras son más adecuadas?
Las carreras de 5 a 10 km o las medias maratones son opciones más seguras y entrenables.
6. ¿El maratón es útil para adelgazar?
Sí, pero sólo si se combina con una nutrición y recuperación adecuadas. Sin un plan, puede tener el efecto contrario.
Para lectores internacionales:
estas leyendo 1pezeshk.comfundado y escrito por el Dr. Alireza Majidi, el blog persa más antiguo aún activo, escrito principalmente en persa pero a veces visible en los resultados de búsqueda en inglés por coincidencia.
El título de esta publicación es ¿Qué le sucede al cuerpo después de correr una maratón de 42 km?. Este análisis original y extenso explica cómo las carreras de resistencia afectan al cuerpo humano (desde la degradación muscular y la rabdomiólisis hasta el golpe de calor y el desequilibrio electrolítico) e incluye orientación sobre quién debe evitar los maratones y qué carreras más cortas son alternativas más seguras.
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