Imagínese un corredor que de repente tiene una sonrisa en su rostro después de correr unos kilómetros. Todavía está jadeando, pero un sentimiento cálido y feliz fluye dentro de él; Es como si el mundo hubiera respirado con él por un momento. Los científicos le han dado un nombre a este fenómeno:La euforia de los corredores» o la euforia del corredor. Una experiencia que Muchos lo comparan con un estado de “enamoramiento” porque en ambos estados, el cerebro libera sustancias químicas similares.
Es decir, esta similitud no es sólo metafórica. Estudios recientes en neurociencia han demostrado que durante carreras largas, el cerebro libera grandes cantidades de endorfinas y endocannabinoides, sustancias que no sólo reducen el dolor sino que también promueven sentimientos de relajación, intimidad y felicidad. Esta es la misma combinación química que también se activa en momentos románticos, en la caricia de un bebé o en los brazos de un viejo amigo.
Hay mecanismos evolutivos detrás de esta experiencia. Los primeros ancestros humanos necesitaban una motivación más allá de la voluntad de perseguir presas a largas distancias. Para mantener la supervivencia, el cerebro diseñó una recompensa química que reduce el dolor y la fatiga y los reemplaza por el placer de continuar. Hoy en día, en carreras de montaña o maratones, esa misma recompensa sigue activa, lo que lleva a algunos corredores a decir: “¡Sentí el amor en medio de la carrera!”.
1. La química del amor y la carrera: cuando la dopamina y las endorfinas se alinean
En el cerebro humano, el amor y correr están asociados con la activación del circuito de recompensa. La dopamina, el neurotransmisor del deseo y la motivación, juega un papel clave en la creación de sentimientos de excitación y euforia. Durante una carrera larga, la liberación de dopamina aumenta, tal como ocurre en los momentos románticos o en las primeras etapas del enamoramiento.
Las endorfinas, compuestos naturales similares a los opioides, actúan de manera diferente. Estas sustancias interactúan con los receptores opioides del cerebro e inhiben el dolor, aumentan la sensación de relajación y satisfacción. La diferencia es que el amor suele ir acompañado de ansiedad y anticipación, mientras que correr es, en cierto sentido, amor sin esfuerzo.
Por este motivo, los psicólogos deportivos a veces se refieren a correr como un “amor estable y repetible”. Cada vez que un corredor recorre su recorrido, en realidad entra en un ciclo de recompensa y satisfacción que el cerebro confunde con amor. Esto también explica por qué muchos atletas experimentan un “apagón emocional” o una depresión leve después de dejar de correr.
2. Cerebro en estado de flujo o estado de ahogamiento (Flow): Entrando en el reino de la atemporalidad
Uno de los estados mentales que reportan los corredores es la experiencia de ahogamiento o “Flow”; Estado en el que una persona está completamente inmersa en una actividad, el sentido del tiempo y la autoconciencia se desvanecen y solo quedan el movimiento y la respiración. Este estado es similar a la concentración profunda en los momentos románticos, cuando se pierde la atención a los detalles circundantes y sólo importa la presencia de la persona o el momento.
En esta situación, la corteza prefrontal está menos activa. Esta área suele ser responsable del pensamiento crítico y la preocupación, pero cuando fluye, su relativo silencio crea una sensación de libertad mental. Al mismo tiempo, el sistema límbico se vuelve más activo y aumentan las emociones positivas.
Estos cambios hacen que los corredores se sientan uno con su cuerpo. Desde un punto de vista filosófico, correr en este estado conduce a una experiencia similar a la meditación: la mente se apaga, el cuerpo corre y se forma una especie de reconciliación entre voluntad e instinto. Quizás por eso muchos corredores, una vez finalizada la carrera, tienen una sonrisa como la de un enamorado en el rostro.
3. Endocannabinoides: el nuevo secreto de la euforia de los corredores
Durante años se pensó que sólo las endorfinas eran responsables de la euforia posterior a la carrera, pero una nueva investigación ha demostrado que las endorfinas desempeñan un papel importante. Endocannabinoides están a cargo Estas moléculas son muy similares a los compuestos activos de la planta de cannabis, pero se producen naturalmente en el cuerpo.
Durante un período prolongado, el nivel de endocannabinoides como anandamida (Anandamida) aumenta en la sangre. Esta sustancia atraviesa la barrera hematoencefálica y provoca una sensación de relajación, reducción de la ansiedad y una especie de suave euforia. De hecho, el efecto es tan similar que algunos corredores se refieren a él como una “resaca saludable”.
En comparación con las endorfinas, los endocannabinoides afectan la mente más fácilmente y promueven una sensación de unidad mente-cuerpo. Esta combinación de euforia mental y liberación física crea una experiencia cercana al amor; Un amor que no está relacionado con una persona concreta, sino con la vida misma.
4. Correr y vincularse socialmente: raíces emocionales en la evolución humana
Correr no es sólo una experiencia individual. En los primeros humanos, correr en grupos para cazar o migrar brindaba una oportunidad para establecer vínculos y cooperar. La investigación evolutiva ha demostrado que las actividades físicas coordinadas, como correr en grupo, provocan la liberación de oxitocina, la hormona de la confianza y la intimidad.
Cuando los corredores participan en maratones o entrenamientos en grupo, esta hormona promueve un sentido de pertenencia, empatía e incluso una especie de amor colectivo. Al igual que el sentimiento de cercanía en una relación romántica, el cerebro de los corredores usa la oxitocina para sentirse parte de un todo más grande.
Por tanto, para muchas personas, correr es una forma de encontrar significado y conexión. En un mundo lleno de separación y presión mental, correr puede ser una forma de volver a las raíces emocionales y sociales del ser humano. En este sentido, correr no sólo da fuerza al cuerpo sino también al alma.
5. Cuerpo enamorado: cuando músculo y cerebro se sienten juntos
A primera vista, el amor y correr son fenómenos físicos y mentales separados, pero las investigaciones muestran que el sentimiento de euforia de los corredores proviene de la conexión entre la fisiología y la emoción. Al correr, se intensifica el aumento del flujo sanguíneo, la frecuencia cardíaca y el suministro de oxígeno no sólo a los músculos sino también al cerebro. Este proceso provoca la liberación de factores de crecimiento nervioso como el BDNF (Brain-Derived Neurotrophic Factor), que ayuda a fortalecer la memoria, la concentración y el estado de ánimo positivo.
Esto es lo que sucede también en las relaciones románticas: el cerebro muestra una reacción química similar en respuesta a la excitación y el contacto físico. En ambos casos, el cuerpo alcanza un estado excitado y energético desde el nivel fisiológico. Desde el punto de vista de la bioneurología, se puede decir que el cuerpo está en un estado de “listo para el amor” mientras corre.
Esto es lo que hace que correr sea una experiencia más profunda que una actividad deportiva. En este estado, el cuerpo no sólo consume energía, sino que también la convierte en un sentimiento emocional. Por este motivo, algunos psicólogos sugieren que correr puede utilizarse como terapia. auxiliar Desempeña un papel en los trastornos emocionales como la depresión después de una separación o pérdida.
6. Memoria emocional y efecto duradero de correr en el cerebro
Una de las diferencias importantes entre correr y amar radica en la estabilidad de sus efectos en el cerebro. El amor, especialmente en las primeras etapas, suele ir acompañado de un estallido de excitación que desaparece al cabo de un tiempo. Pero correr continuamente puede mantener esta sensación de felicidad de forma estable y reproducible.
La investigación con neuroimagen ha demostrado que en los corredores habituales, la estructura del hipocampo (Hippocampus), una parte del cerebro asociada con la memoria y las emociones, crece y gana fortalecimiento sináptico. Este cambio mejora la memoria emocional y la capacidad de regular las emociones. En pocas palabras, el cerebro de los corredores es más eficiente a la hora de mantener y regenerar sentimientos positivos.
A diferencia de las relaciones románticas que dependen de factores externos, correr le da a la persona un control directo sobre el nivel de satisfacción interna. El corredor sabe que cada vez que corre puede volver a tener la misma sensación de euforia. Precisamente esta característica hace que correr sea una especie de amor “reproducible”; Un amor que se reaviva cada vez con los propios pasos.
7. El amor, el correr y el cerebro femenino y masculino
Las investigaciones muestran que los cerebros de hombres y mujeres tienen diferencias en respuesta al amor y la actividad física. En las mujeres, la liberación de oxitocina y serotonina (serotonina) tiene un papel más importante en la experiencia de euforia, mientras que en los hombres, el sistema de dopamina funciona con más fuerza. Durante la carrera, ambas vías se activan, pero la proporción de su actividad es diferente en cada género.
Por este motivo, las mujeres suelen describir correr como una experiencia más relajante, y los hombres lo encuentran más cercano a sentirse empoderados y motivados. Esta diferencia no es sólo biológica, sino también cultural. En muchas sociedades, correr para las mujeres se considera una forma de liberación mental e independencia emocional, mientras que para los hombres es una forma de competir y demostrar su fuerza.
En ambos casos, el cerebro produce un sentido de pertenencia y significado combinando hormonas y neurotransmisores. Es por eso que el amor y correr en diferentes niveles obtienen una única respuesta del cerebro: la sensación de plenitud en el momento.
8. Aliviar la ansiedad y recrear una sensación de seguridad
Las carreras largas no sólo crean euforia sino que también reducen significativamente la ansiedad. La razón de esto es la disminución del nivel de cortisol, la hormona del estrés, en la sangre. Cuando el cuerpo se acostumbra al ritmo regular de movimiento, el sistema nervioso parasimpático se activa y el cuerpo entra en un estado de relajación.
En el amor, el cerebro busca seguridad. El sentimiento de cercanía y seguridad en las relaciones románticas provoca la liberación de oxitocina y disminuye la actividad de la amígdala, que es el centro del miedo. Correr reproduce la misma sensación a nivel biológico, pero sin las complejidades humanas de la relación.
Por esta razón, muchos corredores sienten que se han “encontrado a sí mismos” después de una carrera larga. Se distancian de las pequeñas inquietudes cotidianas y entran en un espacio de quietud en movimiento. Correr en este sentido es una especie de amor propio; Un amor que gira en torno a la paz interior y no a otro lugar.
9. Correr y espiritualidad física: una especie de meditación en movimiento
En los últimos años, el concepto de “Meditación en movimiento” ha recibido atención en psicología y filosofía de la mente. Correr, especialmente largas distancias, es un ejemplo de ello. El cuerpo está en movimiento, pero la mente alcanza el silencio y la concentración.
En este estado, las ondas alfa aumentan en el cerebro, lo que se asocia con la relajación, la creatividad y la aceptación emocional. Este estado es el mismo sentimiento que experimenta un amante cuando piensa en su amada o mira la naturaleza: una especie de unidad muda con la existencia.
El corredor en la pista no busca competencia sino significado. Cada paso se convierte en meditación silenciosa, cada respiración se convierte en introspección. Desde este ángulo, correr es una especie de amor místico; Un amor que encuentra sentido en dejar ir en lugar de poseer.
10. De vuelta a uno mismo: amor por la vida desde las pistas de atletismo
Y, por último, una carrera larga es una experiencia de volver a uno mismo. Cuando el cuerpo está cansado y la mente está tranquila, emergen capas más sutiles de conciencia. El corredor descubre que la línea entre dolor y placer, entre esfuerzo y relajación, no es tan clara.
Es en estos momentos cuando el concepto de amor cobra un nuevo significado: amor no por otra persona, sino por el movimiento, por la respiración y por el ser. Desde la perspectiva de la filosofía fenomenológica, correr es una experiencia de “vivir el ahora”. Lo mismo que crea el amor genuino.
Quizás este sea el secreto de la persistencia de este sentimiento. Correr, a diferencia de los amores volubles, recuerda que la fuente del placer está dentro. Cada paso dado es un nuevo pulso de vida.
Resumen final
Una carrera larga es una combinación de fisiología, química cerebral y experiencia psicológica que crea un sentimiento cercano al amor. Al correr, el cerebro libera dopamina, endorfinas y endocannabinoides, que provocan euforia, relajación y sensación de intimidad. Esta combinación activa la misma red neuronal que interviene en los momentos románticos.
Al mismo tiempo, correr es una especie de meditación en movimiento que libera la mente de la ansiedad y fortalece la sensación de significado y presencia en el momento. Desde un punto de vista evolutivo, este sentimiento es una recompensa natural que anima al ser humano a seguir moviéndose.
Con el tiempo, los efectos continuos de correr fortalecen la estructura del cerebro y estabilizan la sensación de satisfacción interior. Por esta razón, muchos corredores dicen sentir amor en el camino; Un amor que pertenece a la vida, al movimiento y a uno mismo del ser humano, no a otro.
❓ Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Por qué una carrera larga genera sentimientos de amor o euforia?
Porque correr durante mucho tiempo provoca la liberación de sustancias químicas como endorfinas y endocannabinoides en el cerebro, que crean una sensación de placer e intimidad. Estas sustancias estimulan las mismas vías neuronales activas en el amor.
2. ¿Todo el mundo experimenta esta sensación al correr?
No, su intensidad depende de la genética, el nivel de condición física, la duración de la carrera y la condición mental de la persona. Algunos corredores comprenden esta sensación después de unos kilómetros y otros después de semanas de entrenamiento regular.
3. ¿Cuál es la diferencia entre la euforia de correr y el sentimiento de amor?
El amor suele asociarse con el apego emocional y la ansiedad, pero la euforia de correr es más un sentimiento de calma y autosuficiencia relacionado con estar en el momento y la satisfacción interior.
4. ¿Correr puede reemplazar una relación romántica?
No del todo, pero puede proporcionar una sensación similar de satisfacción, equilibrio emocional y relajación. Mucha gente recurre al running para recuperar la salud emocional tras una ruptura.
5. ¿Cuán duraderos son los efectos psicológicos positivos de correr?
Si se continúa con regularidad, los cambios neuronales provocados por la carrera se mantienen en la memoria y el estado de ánimo. Suspenderlo por completo puede reducir estos efectos.
6. ¿Es peligroso o adictivo correr euforia?
En general no, pero en algunos casos una persona puede volverse psicológicamente dependiente y sentirse vacía sin correr. Mantener un equilibrio en el entrenamiento y el descanso previene esta dependencia.
Para lectores internacionales:
estas leyendo 1pezeshk.comfundado y escrito por el Dr. Alireza Majidi, el blog persa más antiguo aún activo, escrito principalmente en persa pero a veces visible en los resultados de búsqueda en inglés por coincidencia.
El título de esta publicación es Por qué correr largas distancias es como enamorarse. Este análisis original explora la superposición neuroquímica y emocional entre las carreras de resistencia y el amor romántico, explicando cómo las endorfinas, la dopamina y los endocannabinoides crean una sensación duradera de euforia y conexión en el cerebro humano.
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